Después de varias guardias seguidas hoy toca poner en orden la casa (no me queda ná), y sacar la ropa de invierno que estos días ya (por fin) empieza a refrescar y aún voy en vestiditos de verano con sandalias (si si, así voy mientras los demás ya van con chaquetas y sudaderas... pero por las noches soy friolera). Además, Mindy quiere poner ya la decoración de Halloween, así que hoy toca "plan maruja" (aún no sé por dónde empezar... socorro!).
Mientras me tomo el café, he pensado en escribir una entrada sobre los límites que no se respetan con las mujeres... y no, no voy a hablar de fútbol femenino, porque eso es lo que sale en pantalla, me refiero al del día a día... el que todas las mujeres, en mayor o menor medida viven... y yo no he sido una excepción.
Cuando tenía 16 años tocaba la batería en un "grupito" de música que tenía con mis amigos (éramos dos chicas y dos chicos), y solía ir a una tienda de música de la localidad vecina. Un día me acerqué a buscar algo a esa tienda, estaba el dueño, un señor mayor, recuerdo que me regaló una flauta que yo había mostrado interés porque era de madera, no había nadie en ese momento en la tienda, y como me gustaban los pianos me dijo de pasar dentro a ver los que tenía, los estuve viendo, y cuando ya me iba, me cogió el culo de forma obscena.
Cuando le conté lo que me había ocurrido quería ir a la tienda a "rifar" a ese pervertido, yo se lo impedí porque ya bastante vergüenza había pasado... la flauta aún la tengo, pero a Mindy le cuento que la flauta fue "un regalo envenenado", y le cuento una versión adaptada de lo que pasó, para que ella tenga conocimiento de que eso le puede pasar y que debe contármelo (bueno, eso y también la llevo a clases de taekwondo).
Un año más tarde, salí con la pandilla, y un chico del grupo me "acorraló" e intentaba besarme, yo lo evitaba pero me tenía agarrada y no me podía soltar, y no me hacía caso, para mí aquello fue eterno, y encima era uno de mis amigos, me sentí prisionera, quizás mi error fue intentar ser amable... no recuerdo cómo salí de aquello, pero desde entonces a ese chico no lo podía ni ver y siempre lo evitaba... (no había sido la primera vez que un chico me agarraba y no me soltaba, pero si fue la más violenta que sentí).
En la Dark City, las compañeras de clase me convencieron para salir todas juntas (me convencieron porque yo no solía salir, sólo cuando Pan me visitaba y era a los antros de música rockera-heavy).
Allí, un chico (he de decir que era un chico muy guapo y atractivo, el típico que se lleva a las niñas de calle), me paró mientras bajaba las escaleras del local con mis compañeras, lo típico que alguien te saluda y te pregunta como te llamas, que eso no es malo, conocer gente y charlar (estoy acostumbrada a tener más amigos que amigas y suelo tratar a los hombres como iguales). Pero empezó a flirtear conmigo y a tirarme los tejos, entonces le dije que tenía novio (y aunque no lo tuviera, no me iba a enrollar con el primero que pasara, sin conocerlo, no cabe en mi cabeza, no es por nada, es que nunca ha sido mi estilo).
Cuando por fin volví al grupo todas estaban encantadas y me felicitaban de que "había triunfado" con el chico más guapo del local, sin saber lo que realmente había ocurrido.
¿De veras creéis que lo del 8 de marzo es una tontería? ¿que por qué no hay un día del hombre?... sólo hay que abrir un poco la mente y los ojos, para darse cuenta de esto, los hombres no viven estas situaciones y muchos necesitan aprender que existen unos límites... y el que no lo ve, es que está ciego.
Bueno, ya he terminado el café... ahora toca zafarrancho!.
Slán go foil!
LDB
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