lunes, 25 de junio de 2007

La Rosa Azul



En castellano se entiende por Serendipia , neologismo procedente del inglés serendipity , el hallazgo por sorpresa de algo importante cuando se busca otra cosa. Efectivamente, el papel del azar siempre fue determinante en numerosos descubrimientos científicos o inventos técnicos.
Es lo que ha ocurrido en la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville (USA), cuando un grupo de científicos, estudiando cómo se metabolizan las drogas en el hígado, han descubierto una proteína humana que puede ser la clave para conseguir algo que siempre se tuvo por imposible: la producción de rosas de color azul. Este método científico para crear rosas transgénicas azules ha conmocionado a los comerciantes de la floristería, ya que la rosa, tal y como ha sido creada por la naturaleza, puede ser de cualquier color menos el azul, por ausencia de los genes correspondientes a ese pigmento.

Una rosa azul será, pues, una joya de gran valor, tanto por su rareza como por lo que significará para el comercio de esta flor, que mueve alrededor de 10.000 millones de dólares a nivel mundial.

Digamos que, según el Diccionario de los símbolos de Juan Eduardo Cirlot, la rosa constituye esencialmente el símbolo de finalidad, de logro absoluto y de perfección.

Considerada la reina de las flores, se la identifica como centro místico, o corazón del mundo, jardín de Eros, paraíso del Dante, emblema de Venus y mujer amada.

La rosa blanca y la roja se relacionan también con el valor que determina la alquimia para tales colores: la pureza y la pasión, respectivamente.

Otros aseguran que la rosa de oro es el símbolo de la realización más absoluta. Y algo en lo que todos están de acuerdo es en que la rosa azul simboliza lo imposible; lo que nunca jamás podría conseguirse.

Seguramente sea la rosa, por su variable belleza y alegórica simbología, la flor predilecta de los poetas. Porque la rosa, con su delicada y efímera fragancia, constituye la más justa metáfora sobre la fugacidad del amor, de la belleza, la juventud, la felicidad, de la vida en definitiva.
Dicen que las rosas proceden del Cercano Oriente, derivando del escaramujo, o rosal silvestre, a través de injertos, trasplantes y habilidosas hibridaciones.

Históricamente, la rosa tiene una significativa importancia, y no sólo como flor ornamental, ya que, por ejemplo, el Derecho feudal francés (Francia es el país de las rosas) imponía ciertas rentas florales; de tal modo que el vasallo debía dar a su señor una cierta cantidad de rosas, igual que los duques y pares estaban obligados a entregar rosas en el Parlamento de París, del que dependían. Era el Tributo de las Rosas . Sus variedades -color, forma, aroma, tamaño- se fueron diversificando con el tiempo, de modo que si Linneo, en 1760, registra 20 especies, poco después, en 1811, en el Almanach des roses , de Thomas Guerrapain, dedicado a las damas galantes, ya se enumeran unos 200 tipos de rosales distintos.


Pero volvamos a la poesía. Ronsard, el poeta francés que podría pasar por ser el principal amante de las rosas, las consideraba el aroma del amor, el perfume de los dioses y el honor de una casa.
¡Vivid; si me creéis, no esperéis a mañana;
recoged desde hoy las rosas de la vida!
,nos aconseja en alguno de sus poemas.






5 comentarios:

La Dama Blanca dijo...

pues eso....no existen las rosas azules....son teñidas con anilina.....existen los rosales "azules" cuyo color no es azul, sino malva.....son hibridas,y se llaman "blue nile"

ahi vereis una imagen de como son en realidad

http://www.nurserysite.com/clubs/peninsular/Roses/blue-nile.html

Fletch dijo...

The World's Only Blue Rose - A DNA Wonder
Australian and Japanese researchers have demonstrated the application of RNAi technology for gene replacement in plants, developing the world's only blue rose.

Breeders had attempted to make true blue roses for several years, but none had successfully bred roses with blue pigment until fairly recently. In its first commercial application in plants, technology was used to remove the gene encoding the enzyme dihydroflavonol reductase (DFR) in roses.

Roses are very old garden subjects – a favourite for some 5,000 years. The 'something blue' was the delphinidin gene that Florigene's geneticists cloned from a pansy, to direct pigment synthesis in the rose into the 'blue' pathway. The 'something borrowed' was an iris gene for an enzyme, DFR, required to complete the delphinidin-synthesis reaction.

What will be next, or better yet, how will this science be used? Will it be used to eliminate diseases in the world, or will it be another tool to create more profit for the big pharmaceutical companies?

http://www.thestreaming.info/development_crossing/2007/03/the_worlds_only.html

Por eso alguien me dijo una vez que había quienes volaban y quienes no.

Noemi Risco Mateo dijo...

Hablando del azul... Encontré el libro de Cunningham, "La casa mágica" :) Gracias por el dato.
Un saludo,
Tanakil.

Cisne Negro dijo...

Hola, querida... Te acordarás de actualizar la dire del blog? Ya he vuelto a Cisne Negro, dirección original. :) Un beso!

Anónimo dijo...

Me encantan tus post cientifico-culturales-romantico-oníricos
:)
Y me quedo pensando rosas azules, pero sobretodo en serendipias... mm... serendipias... qué emocionantes!