miércoles, 21 de junio de 2023

SOLSTICIO DE VERANO

   

Karliene - Dance with the fire

 Hoy es el solsticio de verano en el hemisferio norte... otro año más, siguiendo el ciclo de la rueda del año.


    Aunque no soy  "wiccana" (soy Agnóstica creyente, es decir, creo "en algo" pero no podría decir lo que es, dios, diosa, ente, naturaleza, ancestros....quién sabe), me gusta mucho todo lo relacionado con culturas antiguas, las religiones precristianas y cómo éstas se asemejan en diferentes puntos del planeta... por eso estas fiestas me gusta sentirlas como algo especial... algo que nos une durante generaciones... algo mágico.

    La Wicca es neopaganismo; un conjunto de creencias y movimientos espirituales que giran en torno a las culturas anteriores al cristianismo, 

   Tampoco soy "bruja", pero me gusta el ambiente de misticismo que lo rodea, y por qué no... la estética y el misterio.

    Para mí, es un intento de conectar con mi yo interior más profundo, y con el de los demás, y aunque me gustaría poner en práctica muchas de estas tradiciones lo normal es que la falta de tiempo y la rutina no me lo permita... aunque todo se andará. 

    Las tradiciones son bonitas de continuar y son un respiro en la monotonía.


   El Solsticio de Verano


  
     El término solsticio viene del latín “solstitium”, que significa “Sol quieto”, debido a que durante varios días parece que su altura en el firmamento no varía.

    En dos momentos cada año —los denominados solsticios—, el eje terrestre está más inclinado hacia el Sol. El hemisferio más inclinado hacia nuestra estrella vive su día más largo, mientras que el más alejado vive su noche más larga.

    Durante milenios, culturas de todo el mundo han diseñado formas de celebrar y venerar estos fenómenos celestes, desde construyendo estructuras que se alinean con el solsticio (Stonhege, pirámides...) hasta organizando festivales  en su honor 

    Aunque la interpretación de este evento ha variado entre las distintas culturas, tanto en tierras europeas, como americanas, asiáticas...  la mayor parte lo ha celebrado con fiestas y rituales en honor a la religión o la fertilidad.

    El solsticio representaba para las civilizaciones antiguas (desde el neolítico) un momento de esplendor, luminosidad, vitalidad y presencia del mundo espiritual

    Los Celtas denominaban al solsticio de verano como "Alban Heruin". De acuerdo al antiguo calendario pagano que sigue la Rueda del Año con los Sabbats, fiestas solares, el verano comienza en Beltane (1 de mayo) y termina en Lugnasah (1 de agosto). El solsticio de verano marca entonces su punto máximo.

    Para conmemorar y, al mismo tiempo, atraer su bendición (la del Sol) sobre hombres, animales y campos, se encendían grandes hogueras. Este festival se lo asocia a rituales destinados a obtener pareja o a conservarla.

    De igual forma, la presencia del agua es uno de los grandes símbolos de las celebraciones de Alban Heruin que parece no tenerse en tanta consideración y que, sin embargo, es una parte esencial de numerosos ritos de esta festividad.

    Las antiguas tribus germánicas en Europa celebraban el solsticio de verano, “litha”, con hogueras. Era la noche de festivales del fuego y de la magia de amor, de oráculos para el amor y la adivinación. ​Las parejas de amantes saltaban a través de las llamas ya que se creía que los cultivos crecerían tan alto como lo que las parejas fuesen capaces de saltar. A través del poder del fuego, al calor de la fogata las doncellas (supuestamente) se enteraban acerca de su futuro marido, con lo que espíritus y demonios serían expulsados de la relación venidera.

    El ritual pagano fue asimilado por la tradición cristiana, y arraigó profundamente en muchos lugares, entre ellos la península ibérica, pero con algunas horas de ajuste (el de invierno coincide con la celebración de la Navidad en diciembre, y el de verano, con el encendido de las hogueras de San Juan). 

    Justo el 21 de junio, el día del solsticio de verano, los Wiccanos celebran a la diosa de la fertilidad. Como el día de más luz de todo el ciclo solar, dedican toda una jornada a la bonanza que produce la naturaleza.

    Los seguidores de este camino espiritual dividen el año de acuerdo con sus festividades principales, regidas por la "Rueda del Año" que a nivel simbólico, se representa con los cambios que la Diosa Madre tiene a lo largo del año. Primero, como una niña en primavera; luego, como una mujer joven en verano; finalmente, como una anciana amorosa al caer el invierno. Cuando está en la flor de la juventud, los Wiccanos celebran su capacidad creadora con el solsticio de verano.


    El solsticio de verano se aprovechaba para realizar baños de purificación, y curas milagrosas en los ríos, fuentes y cascadas presentes en la naturaleza. Existía la creencia de que todo aquello que se podía desear o pedir en la fiesta de Litha, se convertía en realidad.

    El fuego de la hoguera simbolizaba la vida, el vigor y la fertilidad. Era una cita donde todo el pueblo se reunía incluso para celebrar aquellas bodas que no se habían podido hacer en Beltane.

    Durante esa noche, los paganos recogían hierbas mágicas para llevar a cabo todo tipo de pociones y encantamientos, pues creían que su poder se multiplicaba ese día. 

    Por ello, se trata de una celebración donde se opta por hacer rituales de amor al aire libre, agradecer a los dioses, cantar, bailar y relatar historias rodeando una hoguera.

     Tras ello, los participantes suelen darse grandes banquetes de comida cerca del fuego, que incluyen; pan de cereales, semillas, vegetales, patés de hierbas acompañados por vino, agua e hidromiel.

    Al acabar saltan por encima de las llamas o de un conjunto de velas, aunque también lo hacen sobre los calderos que cocinan las pociones mágicas. El fin común es llamar y celebrar a las divinidades del Sol.

    Otra de las costumbres es jugar a las runas o dibujarlas. Todas las brujas y brujos se dedican a crear amuletos, recoger hierbas como; menta, tomillo, romero, salvia, verbena, anís estrellado o helecho, y hacer collares que luego pasarán a decorar sus casas.

    Los colores empleados en Litha son variados; rojo, naranja, amarillo, azul, verde y blanco. Mientras que las piedras elegidas son; cuarzo blanco, turmalina amarilla, rubí, citrino y conchas de mar.

martes, 20 de junio de 2023

"BORN TO BE WILD"

Steppenwolf - born to be wild
 

    Esta es una de las canciones con las que a menudo me he sentido identificada, al menos una parte de mi, la que pocas personas conoce... como esa cara oculta de la luna...

    Esa parte que ha hecho que me niegue a maquillarme antes de ir al trabajo (o instituto, o facultad) por no privarme de horas o minutos de sueño... el que aun siendo bajita, apenas haya usado tacones por sentirlo una esclavitud,  o mostrarme sin artificios a la persona que me ha gustado... (porque soy lo que soy y quiero que me acepten tal cual, sin sorpresas). 

  Ese lado salvaje, también ha hecho que (salvo ocasiones puntuales) siempre lleve el pelo largo... y no por la estética, sino porque me gusta sentir como se mece al viento, a la vez que suena sobre mis hombros al caminar...  

  Es un placer del que no me quiero privar... sin miedo a despeinarme... porque incluso enmarañado tiene su encanto... como cuando lo baña la sal del mar. 


    Cuando tengo la oportunidad, 
me subo al columpio junto a Mindy,
 para sentir mi pelo volar... 
...es una sensación de libertad casi mágica...




La cabellera femenina


    Una polémica con muchas derivadas y una de ellas es la importancia del cabello como símbolo en las mujeres a lo largo de la historia.. 
    La cabellera femenina puede significar muchas cosas dentro de un contexto social. Desde el objeto fetiche, el erotismo o el empoderamiento hasta la humillación pública, como sucedió, por ejemplo, al acabar la guerra civil española, cuando el bando nacional rapaba “a las rojas”, o como sucedió en Francia, donde cerca de 20.000 mujeres consideradas colaboracionistas con los alemanes fueron rapadas.

   La cabellera ha servido también 
como símbolo e inspiración para poetas y artistas
casi siempre con una mirada misógina 
cargada de sentido erótico o elemento de seducción.

   Y de ese recorrido histórico se encarga el libro “La cabellera femenina”, de la historiadora Erika Bornay, investigadora especializada en la iconografía de la mujer en el arte.

    Un libro que dialoga con la poesía y la pintura y que introduce al lector en las diversas modalidades del arte de la seducción femenina, en el lenguaje estético de los artistas y en cómo éste ha ido cambiando a lo largo del tiempo.

    Con prólogo de la historiadora irlandesa Mary Nash, el libro está repleto de impresionantes imágenes (124) y se centra en los mitos eróticos de la sociedad masculina.   
  
    El cabello en la mujer, aquella “corona real de la feminidad”, como la calificó Paracelso, también encontró condenas y restricciones morales y religiosas a lo largo de la historia.

    La primera edición del libro fue una gran aportación de la historia del arte, al explorar la cabellera como dispositivo central del universo femenino. 
    "En la actualidad conserva resonancias contemporáneas sobre prácticas artísticas claves para una relectura del significado de la moda de la cabellera de las mujeres jóvenes del siglo XXI o de las estéticas actuales de Instagram”, dice Nash en el prólogo.


    Atributo femenino, agente fetichista
    La autora considera la cabellera como atributo femenino y agente fetichista y realiza un friso histórico que recorre desde “las aterradoras víboras de la cabellera de la Medusa de Caravaggio; la letal ‘femme fatale’ de Salomé, de Munch; las representaciones de signo religioso de María Magdalena de Murillo, Ribera y Tiziano; la autorrepresentación de Frida Kahlo, hasta la iconografía floral de las cascadas de cabellera que se funden con la naturaleza del agua y de las plantas en las obras de De Feure, pero también incluye la mirada de otros grandes como Beardsley, Rosetti o Klimt.

    Frida Khalo, en su “Autorretrato con el pelo cortado” (1940) incluido en el libro, escribe en su margen superior: “Mira que si te quise fue por tu pelo, Ahora que estás pelona ya no te quiero”. Aquí la autora habla del autocastigo que se inflige la artista y recuerda que “cortarse el pelo era una ancestral manera de infligirse un castigo, una penitencia".

    “Tenía que saberlo Sor Juana Inés de la Cruz -escribe Bornay-. Con aquel tesón que era uno de los rasgos de su carácter, para aprender gramática se autoimponía un reto: si en un plazo determinado no había conseguido memorizar el tema de estudio, se cortaba cinco o seis dedos de pelo de su larga melena. Caso de reincidir en su ineficacia, no dudaba en volver a utilizar las tijeras”.

    Tijeras que, destinadas a este uso -continúa-, merecieron la condena de Don Francisco de Quevedo, por entender que ‘ofendían el cabello’. El poeta admiraba las ‘luengas cabelleras de las bellas’, como recuerda en un soneto de sus Poemas amorosos. "Cómo pudiera ser hecho piadoso, dar licencia villana al duro acero para ofender cabello tan hermoso”.


    Misoginia en el arte
    La pintura también dialoga con los textos poéticos de John Keats, Quevedo, San Juan de la Cruz, Blas de Otero, Rilke, Machado o García Lorca, entre otros.

    “Codificada como objeto de culto masculino, las pinturas muestran toda una gama de performatividad de la cabellera, su poder seductor, su desvelo como juego erótico o su presencia como umbral de pecado, de la vida, de la muerte, o de la naturaleza”, añade Nash. En definitiva, una historia del arte plagada de misoginia, repleta de obras canónicas de largas y onduladas cabelleras.

    Bornay también habla en su libro de la cabellera ígnea, del color de fuego, los cabellos enlutados, las negras cabelleras y “cómo se ha celebrado tradicionalmente a la mujer blanca y de pelo rubio” en lugar de a la mujer “mas o menos oscura y pelo negro”.

    La historiadora indaga en otros símbolos en la historia el arte, como los rizos o trenzas, y dedica un apartado al velo y los cabellos cubiertos, bajo el epígrafe “Las cancelas de la cabellera: el velo y la toca”.


jueves, 15 de junio de 2023

"GREEN MAMA"

Gun´s and Roses -Sweet Child O'mine


    Desde que de niña fui consciente del daño que le estábamos provocando al planeta, he intentado poner mi granito de arena.

    Leía mucho, y luego, con la limitación que tenía y con el negacionismo que me rodeaba, predicaba en el desierto... 

    
    Reutilizaba los papeles y los compraba reciclados, luego los acumulaba en bolsas debajo de mi cama para llevarlos a reciclar a los pocos lugares que los recogían (antes no había contenedores para seleccionar residuos) y escribía mis apuntes con la letra más pequeña que podía, para gastar menos papel (algún que otro profesor se quejó de eso).

    En segundo de carrera, entré en una asociación, que, aunque era de la facultad de empresariales podían unirse de otras facultades.

    Esa asociación supuestamente era para potenciar los jóvenes "emprendedores", a mí eso me daba igual, me gustaba la parte en que querían mejorar la conciencia ecológica de los estudiantes (ya sabéis, predicar en el desierto en grupo era mejor).

    Entramos Escrivana y yo por petición de Ven (un chico de la Tacita que conocíamos), aunque en realidad no teníamos pensamiento de complicarnos más la vida, pero nos convenció de que fuéramos a la presentación de la asociación con eso de que habían hecho tortilla de patatas. Escrivana y yo, (que no teníamos comida, y ya era la hora de comer) nos miramos con los ojos brillando y nos lo dijimos todo... así que... allí fuimos, "a comer tortilla"... y de camino ver lo que era eso... al final nos engancharon en el departamento de medio ambiente XD.

"Si no eres parte de la solución
eres parte del problema"

    Ese era el lema de la campaña de concienciación al alumnado sobre los problemas de medio ambiente, me aburrían las reuniones que se hacían porque se hablaban de muchas cosas diferentes al medio ambiente que no me interesaban, y, no recuerdo mucho lo que hicimos, pero no hicimos todo lo que hubiéramos querido... aunque ideas... muchísimas. Y pasárnoslo bien nos lo pasamos muuuuy bien, con eventos, quedadas y fiestas en nuestro piso (la fiesta "hippie" fue lo mejor, terminamos jugando al escondite jajaja).

    Trabajábamos con la premisa de las 3R (reducir, reciclar y reutilizar), básicamente insistíamos en dejar de usar plásticos de PVC, reutilizar papel o usarlo reciclado, la selección de residuos etc... pero en aquella época, no sabíamos que se podía hacer más... la introducción del ecologismo era algo relativamente reciente y el mundo todavía no estaba preparado para aplicar esas medidas. (eso es algo que siempre me ha frustrado).

    Ahora, después de tantos años con el ecologismo a la espalda, he aprendido muchísimas más cosas y he cambiado mis hábitos de vida en muchos aspectos, de forma que aquellas 3R se han ido transformando en las 5R: rechazar, reducir, reutilizar, reciclar, rot (compostar, esto aún lo tengo en proyecto) y las 8R rechaza, reduce, repara, reutiliza, recicla, reincorpora y resiste.  

    Cuando nació Mindy, me horroricé de la cantidad de pañales que iban a la basura y lo que tardaban en degradarse (500 años), empecé a buscarlos biodegradables, y a través de una amiga, empecé a conocer los pañales de tela. 

    Son caros, pero es una inversión a largo plazo que, además los puedes vender cuando ya no los uses y recuperar parte de la inversión (yo he comprado y vendido).  

    Mindy llevaba pañales de tela y la gente me miraba con extrañeza, pensarían que era una hippie y que lavarlos era un engorro pero nada de eso, supone unas 2 lavadoras más a la semana y su piel lo agradecía. Además, eran super monos.

    Y fue a través de grupos de facebook (de pañales de tela) donde conocí el movimiento ZERO WASTE (cero residuos), y con el grupo de ZERO WASTE ESPAÑA me di cuenta de todas las cosas que debía cambiar porque eran dañinas.... y empecé a poner remedio e ir cambiándolas poco a poco...


    

    Evito el plástico todo lo posible, sustituyéndolo por metal, cristal, madera, bambú.... básicamente los cambios han sido:


    En el baño: 

    Ahorro agua todo lo que puedo (pongo la bañera de bebés de Mindy a los pies y recojo el agua que cae, la limpia mientras se calienta para regar y la que lleva jabón para la cisterna o fregar el suelo, además de cortar el grifo cuando me enjabono. Aún no he conseguido que Rey lo haga (vamos a diferentes velocidades en esto). 

    Usamos champú y jabón sólido, (se pueden encontrar en Carrefour varias marcas, los BIO están muy bien). El acondicionador sólido no me va bien, pero uso uno formato grande.

    En vez de esponjas usamos manopla o luffa, Rey ya no usa espuma de afeitar, usa brocha con jabón sólido para afeitado (y huele mejor), hace años que no uso compresas ni tampones desechables sino compresas de tela y copa menstrual, discos desmaquillantes reutilizables de algodón (o toallas recortadas), también usé discos de lactancia reutilizables de algodón en su día, bastoncillos de oído de bambú o papel, y aunque usamos cepillo de dientes eléctrico los de Abril y de viaje son de Bambú, intento usar cosméticos que usen envases reutilizables y luego sólo compras las cargas.... 

    Lo siguiente será poner un reductor de caudal en la ducha y colocar un sistema para reutilizar las aguas grises de la casa, hacerlo bien requiere obras, pero hay un sistema más sencillo para usar el agua del lavabo en el WC).


    En la cocina:

    Han desaparecido el papel albal, el film, bolsas de congelación y servilletas de papel. 

    El aluminio y el film lo he sustituido por tapas de silicona del ikea o por tela encerada (beewax wrap), que compré en lidl, con el calor de la mano se moldea y se adapta a lo que quieras sellar (la uso mucho con los quesos), luego se lava y se vuelve a usar.

    Las bolsas de congelación por bolsas de silicona que se lavan, o túppers de silicona plegables (también son de lidl), o por tarros de mermelada vacíos.
    Los túpper se han ido sustituyendo por metal, cristal y bambú.

    Uso paños de cocina de tela para secar las manos y demás, y aunque también se pueden usar como servilleta, yo uso unas de franela que se ponen en el mismo porta rollo que las de papel.

    Hacemos helados de plátano y calippos de zumo de naranja en moldes de silicona, llevamos botellas de metal para la calle, porta bocadillos de tela (antes de meterlo lo envolvemos en servilleta de tela), pajitas de metal o silicona...etc.

     De bebés también hay botellas de metal, biberones de cristal, platos y vasos de bambú... La mayoría de juguetes de mindy han sido de madera, hechos por mí o comprados de segunda mano en vinted/wallapop (también compro ropa y otras cosas).

    Productos de limpieza ecológicos caseros y comerciales, compras a granel en envases propios, bolsas de tela para compra, escoba y recogedor de madera y metal, tendedero de madera...

    He introducido mucho más cambios, pero ahora mismo no me acuerdo, sobre todo con el uso de plásticos y productos de un solo uso, el no ceder al consumismo, comprar de segunda mano...

También me gustaría ayudar a la reforestación; hace dos años germiné bellotas para plantar árboles en la sierra, pero esos mini arbolitos no sobrevivieron al trasplante que hizo Mindy y el primo Klaus (no lo hice como debería), así que lo volveré a intentar más adelante.... 

    Vivo cerca del trabajo, y me encantaría ir en bicicleta (cuando estaba en la Tacita la cogía para ir a la facultad y en la Dark City para ir por el carril bici al hospital), pero a Rey le da miedo que vaya sola porque tengo que atravesar un polígono industrial (que además no tiene carril bici)... aunque él si va solo en sus rutas con la bici... 

    Mindy está impregnándose de todo eso y de mi amor a la naturaleza (y los animales), con su edad tiene una conciencia ecológica muy superior a la mayoría de adultos.

Aún me queda mucho por cambiar
los cambios no son fáciles
pero no imposibles.

  


Slán go foil

miércoles, 14 de junio de 2023

The bitter end


 Nim Vind - The bitter end

martes, 13 de junio de 2023

Me han llamado rompecorazones

The Rolling Stones- Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)


Pero no es verdad...
La mayoría de las veces soy invisible...



domingo, 11 de junio de 2023

En mis cosas


Tool - The Pot

    Voy a tener que hacer un descanso de unos días antes de continuar con "las cosas que marcan" (tengo pensado hacer un resumen de cada época) porque me esperan unas semanas bastante ocupada.

    Algunas compañeras me han pedido que les haga unos turnos (ya sabéis, ahora son de 24h) y los días que me quedan libre tengo que organizar unas cuantas cosas que me han surgido. 

  Entre ellas preparar unos disfraces para Mindy y para mi. Para el mío voy a tener que usar WORBLA. No sé cómo me saldrá, pero seguro que aprendo muchas cosas.

    Eso es lo que más me gusta, experimentar y aprender, sea lo que sea, no pongo límites cuando se trata de aprender, y de cosas muy variadas... mis compañeras me dicen que siempre estoy maquinando algo.

    Y es verdad, no lo puedo evitar, cuando acabo con una cosa me embarco en otra, y da igual si se trata de albañilería, carpintería... bricolaje en general, o cosas tan opuestas como customizar muñecas. Todavía no he aprendido a coser, tejer y esas cosas, pero porque aún no he sentido la motivación, que es mi principal motor. 

    Lo que sí tengo pendiente es aprender a soldar, fontanería, electricidad y arreglar el motor del coche, porque no me gusta depender de los demás y así poder hacer yo misma las cosas. 



    Mi hermana Amy me dice que sirvo para todo o que soy Mc Giver XD, (siempre me pregunta que de dónde saco la fuerza para hacer todo lo que hago, y le respondo que no es la fuerza, sino las ganas).

    ¡Pero me faltan horas en el día (incluso vidas), para hacer todo lo que quiero hacer!.

    Me han dicho que la capacidad para no aburrirse es un don... pero es algo que se aprende cuando pasas mucho tiempo sola, como me pasó de niña, que aprendes a no aburrirte.

    Bueno, pues eso... que es probable que no suba otro post hasta julio.

    Slán go foil

miércoles, 7 de junio de 2023

Las cosas que marcan I: El colegio

Kate Bush - Running up that girl

    Hoy no voy a hablar de lo buena que era de niña, obediente; mi madre me decía quédate aquí, y ahí me quedaba hasta nueva orden... cariñosa, silenciosa, cuidadosa, estudiosa, responsable e imaginativa...  aprendí pronto a leer porque me frustraba no entender lo que aparecía en el papel... pasaba el día dibujando, fantaseando con hadas y gnomos, jugando con perros y gatos, o con mi amiga invisible... 


   

    Tampoco de las clases de ballet a las que dejé de ir cuando Amy (mi hermana 6 años mayor) dejó de ir con la edad del pavo (era la que me llevaba) pese a que el profesor le decía que se me daba bien y que era una pena que lo dejara... 

    O de que llevaba bocadillos de lechuga y ketchup al colegio porque no quería comer animales.

    Hoy tengo ganas de escribir sobre mi lado salvaje... el de la niña pequeña que cuando llegaba al trabajo de su madre se descalzaba y quitaba la ropa para coger un palo y "defender" el territorio... o desnuda por el patio que se metía en la fuente una y otra vez,  la que disfrutaba amasando el barro de la tierra mojada por la lluvia, para hacer casas a las hormigas y los gnomos, la que se comía los tallos de las vinagretas y chupaba flores de madreselva...


 ...o el de la niña que congeniaba más con lo niños que con las niñas...


     No tengo claro cuándo ni cómo ocurrió exactamente esa afinidad por los juegos de los niños, pero quizá porque mis primeros amigos fueron dos niños un año menor y una niña (que al poco se fue a otra ciudad), más tarde se unió la hermana de uno de los amigos, y éramos los 4 la pandilla que siempre jugaba, y a la que de vez en cuando se unían otros niños (chicos), íbamos juntos a todas partes, de casa en casa... antes no era como ahora, antes estábamos en la calle todos, "vigilados" por los vecinos del pueblo.

    Recuerdo desear los juguetes de mis amigos; playmobil, unos indios y vaqueros de plástico monocromo, coches, scalextric, exin castillos etc.

    Sin embargo lo que me regalaban eran bebés (que no me gustaban), pin y pon (esos sí me gustaban, montaba ciudades chulísimas) y barbies (estaban bien, pero odiaba que todas fueran rubias de ojos azules)... y siempre me quedaba con las ganas, tampoco es que mi madre pudiera hacer muchos regalos, nuestra economía no era buena.

    Por circunstancias familiares, mi infancia también fue extraña, como ya he comentado alguna vez, pasaba mucho tiempo sola en casa desde muy pequeña, aumentando poderosamente mi imaginación... y un día ocurrió algo que nunca podría esperar... en una feria (yo tenía unos 8 años) mi madre, que sabía que no me gustaban mucho las atracciones, decidió llevarme a un puesto para disparar... me enseñó cómo hacerlo, primero con las bolas consiguiendo chicles, se me daba bien, y entonces dio un paso más y me enseñó a tirar a los palillos...

    Sentí que había descubierto un mundo, fui consciente de que tenía buena puntería, y aquello fue una tradición todas las ferias... la madre con su hija que va al puesto a tirar y el tendero, ingenuo, le da la escopeta buena y con la boca abierta ve cómo lo despluman... y al día siguiente volvíamos, pero esta vez nos las daba trucada... primer tiro y fallo... IMPOSIBLE, me fijaba hacia dónde se había desviado el tiro y... ¿me deja un palillo?... y tal como mi madre me enseñó, lo rompía, con él corregía la mira y volvía a la carga...

    Tengo una foto de esas que disparas al barril y te hace la foto, fue en el primer disparo, mi familia aparece cada uno a lo suyo porque no lo esperaba... y mi padre, que nunca me había visto disparar se sorprendió, y se picó, porque él, que había estado en un club de tiro no podía ser menos.... y allí estuvimos no sé cuánto tiempo esperando, tiro tras tiro, a que mi padre acertara (en la foto aparezco con la mano apoyada en la cara aburrida ya).

    En el club de tiro mi hermana Jo disparaba (sin mucho éxito) una parabellum, me flipaba verlos con las gafas y protectores de oído disparando a la diana... pero nunca me dejaron disparar....

   

 Por aquel entonces quería tener entrenamiento militar, 

y veía injusto que "la mili" sólo fuera para hombres,

¡yo quería hacerla!


      Cuando fui consciente de mi puntería se unió el hambre con las ganas de comer... y como evidentemente no iba a tener entrenamiento militar, pensé en tener "habilidades de espía" jajajaja, aprendí a caminar sigilosa como un gato, agazaparme, saltar, trepar, ocultarme, mejorar mis reflejos... tenía plena consciencia de los movimientos de mi cuerpo y me imaginaba vistiendo de negro como las espías rusas de las películas de James Bond (nada de mujeres rescatadas) y disfrutando de esa idea dejaba volar la imaginación... 

    Abría todas las cerraduras de los diarios y cajitas secretas de mis hermanas con una horquilla, los candados numéricos tampoco se me resistían... hasta que los vecinos de la comunidad donde mi madre tenía su negocio protestaron...

    Y realmente se me daba bien, cuando jugaba con los niños se notaba, era la mejor tirando piedras, allí donde quería lanzar, ahí daba... hasta que se me ocurrió lanzarla a la frente de un niño, eso tuvo consecuencias, mi madre recibió las quejas de la otra madre y me prohibió lanzar más piedras...  cuando eres niño no eres consciente del peligro...

    Esa falta de consciencia era la que me hacía no temer subir a los árboles primero y a los tejados después...  era ágil, con buenos reflejos (se me daba muy bien jugar al balón prisionero), fuerte, muy fuerte (siempre se me han marcado los abdominales) y rápida, aunque el asma me limitaba la resistencia, en los sprint era muy buena, nunca me cogían cuando me perseguían y yo siempre los cazaba... empezaba a destacar sobre los demás niños en el juego y se sentían heridos en el orgullo, por lo que me hacían alguna trastada hasta que me enfadaban, y al que fuera lo cogía de la nuca, lo tiraba con la cara al suelo y me sentaba encima hasta que me prometiera que me dejaría en paz...


  

    Fui creciendo jugando a los vaqueros, Indiana Jones, perseguir y capturar, encerrar en cárceles, crecí siendo "Stefi Graf" al tenis (no me dejaban ser Arancha) o Butragueño (aunque no me gustase el fútbol), viendo la serie de "V", los Fraggle Rock o David el Gnomo...

    Pero entonces llegó Candy Candy.... ella era como yo (al principio), subiendo árboles, siendo chica/chico... y luego el culebrón que hizo "enamorarme " también de Anthony, (que en realidad era el niño de otro curso que me gustaba desde que estaba en párvulos). 

    Empecé a tener una amiga del alma, yo era Candy (fuerte y rubia) ella era Annie (morena y delicada).... empecé a jugar menos con niños porque esta amiga no era de jugar con niños.... 

    Leía mucho... cosas de ciencia, de historia antigua, de astronomía... me encantaba la astronomía, pasaba horas mirando el cielo... en invierno siempre me parecía más bonito... comencé a tener una conciencia ecológica que nadie a mi alrededor tenía... cada vez prefería más las conversaciones de los adultos que la de los niños....

  Hacía redacciones en clase sobre ecologismo (alertando sobre la capa de ozono y demás) y astronomía (quasares, púlsares) y lo que encartara, que terminaban colgados en el tablón de anuncios del colegio para que todos lo leyeran, ganaba los concursos de dibujo, jugaba al ajedrez... 
    
    En los últimos cursos mi cuerpo comenzaba a cambiar, ya no era tan fuerte, el pelo empezó a ondularse y oscurecerse un poco, mi cuerpo empezaba a parecerse al de una mujer y ocultaba mi pecho apretándolo bajo un cinturón negro de mi hermana (una cinta elástica ancha) porque me daba vergüenza.... 

    Devoraba libros de fantasía, me encantaban las películas de Star Trek y me conocía de memoria los diálogos de la guerra de las galaxias (y su BSO), y también las pelis del oeste. 

    Descubrí los cómics (manga), aunque a mi pueblo llegaban pocos y tampoco podía permitirme seguirlos, pero alguno suelto caía... más tarde Crying Freeman me marcó, me ruborizaba y despertó mis sentidos.

    En octavo me dejó de gustar el niño de párvulos y no me gustaba nadie, "Shiryu", el caballero del dragón (caballeros del zodiaco), con su pelo largo y negro azabache pasó a ser mi prototipo de chico.

    No recuerdo cuando o por qué ocurrió... sería en el último curso de la EGB, algunos niños de mi clase (pijos) empezaron a reírse de mí, no sabía el motivo, pero ser bajita y no llevar "levis" tenía algo que ver... yo intentaba agradar, pero de nada servía.... cada vez las burlas eran más crueles (me llegaron a meter en un contenedor de basura), pero en aquel entonces no se hablaba de bulling y no dije nada (en casa ya había bastantes problemas con mi padre).

Y empecé a ser más retraída...
más ensimismada en mi mundo...
aislándome cada vez más...
sintiéndome como la mierda...
hasta el punto de desear morir.


    Mientras tanto, en esa época te hacían un test de inteligencia para saber si ibas a FP o al instituto... el tutor le dijo a mi madre que podía estudiar lo que yo quisiera... (un C.I de 130 con capacidades para muchas cosas). Y llegó la hora de marchar al instituto.

    Lo que viene después es otra historia...




Ahora sólo soy una madre despistada...
que llega del colegio con el vestido empapado...
porque se le ha olvidado coger el paraguas.

martes, 6 de junio de 2023

La culpa de todo la tiene la QUÍMICA

 

Portishead - Roads
   
    Con anterioridad, en algunos posts he hecho referencia a masters que he hecho, pero nunca especifiqué de qué iban.... han sido tres (y ya me planto XD), el último fue de urgencias obstétricas, pero no es del que hablaré hoy....

    Allá por el 2005 comencé el máster de sexología de la federación Española de sociedades sexológicas. Fue una pasada, era cansado sacar tiempo para todas las tareas, yendo un fin de semana al mes (o eran dos?) y haciendo malabares con los turnos, pero fue muy enriquecedor... un dinero y un tiempo bien invertido.

    El problema de ese máster era, que al no ser universitario no puntuaba para la bolsa ni para las oposiciones como máster, sino como curso.... así pues, años después (pese a que ya tenía mi plaza fija pero no donde yo quería y porque soy un poco "jartible") me metí en otro máster de sexología, pero esta vez universitario.... Aunque con gran desilusión comprobé que no tenía comparación con aquel que hice años atrás.

    No soy sexóloga aunque tenga dos máster en sexología, 
uno se hace sexólogo si trabaja de ello.
     
   Me enseñó a comprender cómo funcionan algunas cosas... que no hay blancos ni negros, sino una gama de colores inmensa como personas existen, porque cada uno vive su sexualidad de diferentes maneras, que todo vale si no se hace daño a otros, a sí mismo, o les genera problemas…


    A entender los comportamientos, las diferencias, la aceptación, cómo orientar y educar… también a entenderme a mí misma… a los demás, a los niños, a los adolescentes, a los ancianos….

    Allí comprendí las diferencias entre conceptos deseo - enamoramiento - amor - apego y muchos otros más.

    Cómo funcionamos lo humanos, lo que nos mueve, lo que nos une, lo que nos separa… Me sorprendió descubrir que lo que principalmente nos mueve, en este ámbito, no es la cabeza ni el corazón…. sino LA QUÍMICA que llevamos dentro, la programación de nuestro engranaje genético, nuestra evolución como especie y todo lo que ello conlleva.

     Sin embargo, es esa química que convive con nosotros, y que no puede ser eliminada, la responsable de dificultar muchas relaciones interpersonales, de separar amistades, de limitar conocer a personas, de poner barreras, de generar ansiedades, anhelos, dolor…

    En mi caso, esa química de la que no podemos huir, me genera problemas…  y ahora lo entenderéis. 

   Me cuesta hacer amigos, y no porque sea una inadaptada ni antipática. Desde muy pequeña he tenido más amigos que amigas, básicamente porque mis intereses coincidía más con los de los chicos que con los de las chicas (y no, no me gusta el fútbol), pero crecer con amigos conformó mi personalidad y mis aficiones, y a partir de ahí creo que llegaron los problemas.

    Es cierto que por mi introversión (que no timidez) no soy una persona “expansiva” en cuanto a vida social, siempre he sido de pocos amigos, pero esta amistad ha sido profunda, no sirvo para las charlas que no me aportan, que no me hacen pensar o imaginar, no sirvo para quedarme en la superficie, por tanto no soporto la superficialidad de las masas… pero además mis aficiones y mis gustos no son muy comunes y para colmo, son más compartidas por hombres que por mujeres, y esto me genera muchos problemas.

    Son problemas de desconfianza, de confusión… de química… la maldita química.

    Fue a partir de los 18 cuando empecé a notar este problema, sin embargo, fue mi tiempo en la Tacita cuando más crecí, tenía mis amigos, que casi eran mis hermanos de lo que nos queríamos todos, pasábamos horas y horas, incluso noches enteras jugando a rol, hablando de cómics, películas, todo fluía, no había problemas, me lo pasaba genial, teníamos las mismas aficiones, era muy feliz.


    Cuando Pan me dejó, entró en juego la química; Neo y Capitán Garfio tenían sentimientos hacia mí (quizá de mucho antes y lo ocultaron) y eso terminó siendo un problema. Cada uno vivíamos en una ciudad diferente, cada vez quedaba menos con ellos… empecé a salir con Rey… y esa amistad tan bonita y que tanto añoro, no la he vuelto a tener con nadie más.

    Resulta que los juegos de rol y los cómics son cosas “de chicos”, y eso me lo pone difícil, cada vez más aislada, en una isla de mi propio mundo, sin crecer en lo que me gusta, sin nadie con quien compartir mis inquietudes… porque terminas siendo “Amy” y todo se complica…


    Por otro lado está Rey... (que aunque jugué con el, hace un milenio por lo menos, dos partidas de rol... ese tiempo terminó) intenté que leyera algún cómic, pero no entran dentro de sus intereses, y aunque le dejé MAUS pensando que le podría gustar, éste se quedó eterno en la mesilla de noche (lo único a lo que he podido aspirar es a ver películas de Marvel y DC con él) ….no importa, lo quiero igual, pero con él no tengo esa complicidad y si esa complicidad la tengo con otra persona (del otro sexo) le podría molestar, y aunque confía en mí (y yo en él) no lo hace sobre sus congéneres…

    Y luego leo/escucho en los círculos del cómic teorías sobre por qué hay tan pocas mujeres frikis, dejando el peso de la responsabilidad sobre las mujeres, sin plantearse siquiera, si ellos tienen, en parte,  algo que ver en eso, y que sin darse cuenta, por culpa de la química, lo van impidiendo, relegándolas a su propia isla…. sin hacer nada por remediarlo, alejándolas de su camino... 


Seguiré siendo esa "friki" desconocida,
Que se sienta al fondo... desapercibida, 
Y que cuando todo termina, 
Si no hay nadie que se lo impida, 
Desaparece sin más....