lunes, 10 de julio de 2023

Venecia

Earth Mother -Fáerhin

  

A veces

los ángeles, 

toman sus alas 

antes de nacer 

. . . 


  Venecia es un nombre precioso para una niña... un nombre que no había escuchado antes... 

    Sin embargo... sus padres nunca la podrán abrazar...  ni decirle todo lo que la quieren, ni contarle cuentos antes de dormir... no podrán disfrutar de sus primeros pasos, sus cumpleaños, su vida... esa vida que ha perdido antes de nacer.


... Ayer fue una guardia dura, sobre todo emocionalmente.... 

      Marie ingresó la tarde anterior, después de 38 semanas de embarazo... a su pequeña "Venecia" se le había parado el corazón... 

    Estaba en estado de shock, bloqueada, con ansiedad.... su hija había muerto, no hay forma de encajar eso...


    Le habían puesto medicación para que empezaran las contracciones, pero estas no habían llegado a iniciarse aún... también medicación para la ansiedad, por petición suya... estaba drogada... pero nada podía calmar su alma rota, ni la de su marido.

    Decidí que sería yo quien la acompañaría en este duro proceso... aunque no pudiera aliviar su sufrimiento, haría todo lo posible para darle la mejor de las atenciones... por eso, esta guardia, la hice en la planta en vez del paritorio, porque estaba tan atrasada que quizás no pariría en nuestro turno.

    Nos acercamos a su habitación (la ginecóloga, la residente, la enfermera de planta y yo), nos presentamos y hablamos con ella... en ese momento le puse la medicación (serían las 9:30), estaba tensa, en shock... rota

    Estaba cerrada a un parto, quería una cesárea, "quitárselo pronto" (sentimiento normal cuando esto ocurre), estuvimos hablando con ella... 

       Me despedí diciendo que estaría para todo lo que necesitaran.


     Sobre las 11 llamó, tenía una crisis de ansiedad... me quedé con ella, acariciándole la frente y el pelo.... largo rato... hablándole... quitándole su sentimiento de culpabilidad... explicando por qué era mejor un parto.... intentando dar consuelo donde no había, permitiéndole expresar todas esas emociones contenidas... 

    Ella no quería parir... "debes dejarla marchar" fue lo que me salió decirle, intentando hacerlo lo mejor que podía... 

     Estaba tan bloqueada que el parto no se desencadenaba... pero... poco a poco, conseguí que se abrieran a mí, (ambos). 

    La convencí de que debía dejar de retenerla dentro de su vientre, que permitiera que las contracciones llegasen... conocer a su hija...  poder despedirse de ella.....  y poder así cerrar el ciclo y comenzar el duelo..... 


      Conseguí que aceptase salir de la cama, que caminase en la habitación y tomase una larga ducha... 

    Y por fin, a las 13h, llegaron las contracciones y la medicación empezó a funcionar.... 

    Ya  había aceptado que tenía que parir a su bebé estrella... su pequeña, su mundo... permitiendo a su cuerpo comenzar el duro proceso de desprenderse de ella... de lo que más quería.

    Continué administrando la medicación para que continuase el parto, y medicación para el dolor hasta que estuviese un poco más favorable para la epidural... 


    Aunque no era la única paciente que tenía que atender, el 80% de mi tiempo se lo dediqué a ella, a él, a los padres y hermanos de ellos... en todo momento... a todas las dudas... explicando todas las veces que necesitaban cómo evolucionaría el parto... 

    Y buscando el momento oportuno para contarles lo que vendría después... (la necropsia, la despedida, la recogida de recuerdos, la funeraria, el dolor, el duelo....)  poco a poco, para no dar mucha información de golpe, en cada una de mis visitas, con todo el amor que les podía dar, validando sus sentimientos, acompañándolos pero dándoles su espacio....

    Mi compañera que se encontraba en paritorio ayer, muy cariñosa también, quería llevarla cuando estuviera allí, ambas decidimos que pondríamos pronto la epidural a pesar de las reticencias de otros compañeros (en esto trabajamos iguales pese a que ella lleva poco tiempo en el equipo, y eso lo agradecí muchísimo)... y nos la llevamos cerca de las 23h.

    A los familiares les recomendé irse a descansar, que el parto sería largo y que no podrían verla en paritorio... también los familiares tuvieron todo mi apoyo, todas las explicaciones que estaban a mi alcance, y todo lo que pudiera hacer porque se sintieran lo mejor posible... (infusiones, comida, zumos... lo que estuviera en mi mano).

     Maríe y Josh habían establecido un fuerte vínculo conmigo, y les prometí que iría al paritorio con ellos hasta que se habituasen a las nuevas compañeras, así que me fui con ellos... 

    Estaba hablando por teléfono con Mindy cuando llegó la anestesista (por desgracia en mi hospital los anestesistas no quieren que esté el familiar durante la punción), y cuando salió el marido de la habitación me buscó, porque Maríe quería que estuviera a su lado, le daba miedo... 


    Y cuando ya estuvieron acomodados y bien acogidos por mis compañeros de paritorio, y la epidural empezaba a hacer su efecto,  me despedí y volví a seguir con mi trabajo de planta...

    A las 8 de la mañana llegó Venecia a la habitación de despedida en la planta (donde los padres y la familia pueden estar con ella el tiempo que necesiten, nuestro hospital es de los pocos que la tienen) , mi compañero la había puesto en la cuna fría, estaba tan bonita con su gorrito y su ropa, era una niña preciosa... tenía cara de ángel, con la boca de su padre y la nariz de su madre... es muy difícil controlar las lágrimas cuando sabes que nadie te ve... esa pequeña no debió haber tenido ese destino... y no pude evitar pensar en todas esas "yonkis" que me han llegado pariendo niños como churros, con embarazos sin controlar y sin importarles lo que les pase a sus hijos... y lo jodidamente injusta que es esta vida.


    ...Venecia traía un nudo en el cordón...



    Luego llegó Maríe y Josh del paritorio, la habían tenido todo el tiempo en sus brazos... los acomodé, los abracé, les dije lo preciosa que era Venecia...  que no se privaran de sus recuerdos (se recogió sus huellas, un trozo de cordón, su cabello, y la vistieron con su ropa) y que, aunque tener ahora esos recuerdos duelen, más adelante lo agradecerán...

    Luego llegó el resto de la familia, les conté lo del nudo, los abracé conforme iban llegando, también habían hecho esa conexión conmigo... y rompieron a llorar cuando vieron a la pequeña...

    Los dejé a solas, en la habitación... y me agradecieron todo lo que había hecho por ellos, y me dijeron que nunca me iban a olvidar....


    Esta es una historia muy triste, la de unos padres rotos (y abuelos, tíos...), la del desafío de orientar esa triste pérdida y favorecer el duelo... 

    Una historia de cómo conseguir que esta familia destrozada, tenga la mejor vivencia que se puede dar a este duro trago.... 

    De acompañar... de darlo todo... aunque eso me deje sin fuerzas.

    Mañana estoy otra vez de guardia, si continúa ingresada me acercaré a verla.

    Slán go foil

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